viernes, 3 de diciembre de 2010

Mientras echaba un vistazo a mis imagenes, sin recordarlo apareció una carpeta con tu nombre. Eran seis fotografías, las suficientes para perderme en fantasías.

Tu pelo castaño oscuro parecía ser suave al tacto y tus labios, a pesar de no poder ser apreciados con claridad debido a la falta de luz de aquel garaje, parecían jugosos, dulces, caprichosos y algo "tímidos" en algunas ocasiones.

A continuación, fije mi mirada en tus manos de pianista y observe minuciosamente la manera de quitarte aquella camiseta gris básica, cuya etiqueta asomaba con descaro.

Además, tus posturas dejaban entrever los músculos de tus brazos, tu pecho y hasta tus costillas, al igual que esos abdominales tan definidos y que tanto me volvían loca con solo observarlos en pantalla.

También, he de confesar que tu espalda al desnudo me pareció perfecta y el detalle de tu singular columna vertebral era un regalo. 

Tu cuello sin pasar desapercibido, aumentaba mis ganas de rozarte y de saborearte con calma; y tu mirada sumergida en pensamientos, me transmitía curiosidad y hasta morbo. 


Tengo ganas de ti y tengo ganas de hacerte el amor.

6 comentarios:

  1. Pero no vengas a escribirlo, ¡corre y díselo! O hazlo realidad :)

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo con Norae, corre...ve...y diselo, aver si hay suerte!:)
    muuah

    ResponderEliminar
  3. que bonita entrada!! voy a seguir cotilleandote!
    por cierto, tienes un sueño? en mi baúl tengo muchos, quieres compartir alguno?, te espero!! hasta pronto!!
    Coquette

    ResponderEliminar
  4. Tengo ganas de ti.
    Me quedo con esas palabras. :)
    Precioso.

    ResponderEliminar